XXI

  =Desperta, ferro=

  Por aquellos dias publicaron los periodicos de Madrid las siguientes noticias:

  [5] "No es cierto que en los alrededores de Orbajosa se haya levantado partida alguna. Nos escriben de aquella localidad que el pais esta tan poco dispuesto a aventuras, que se considera inutil en aquel punto la presencia de la brigada Batalla."

  [10] "Dicese que la brigada Batalla saldra de Orbajosa, porque no hacen falta alli fuerzas del ejercito, e ira a Villajuan de Nahara, donde han aparecido algunas partidas."

  "Ya es seguro que los Aceros recorren con algunos ginetes el termino de Villajuan, proximo al distrito judicial de[15] Orbajosa. El gobernador de la provincia de X... ha telegrafiado al Gobierno diciendo que Francisco Acero entro en las Roquetas, donde cobro un semestre y pidio raciones. Domingo Acero (Faltriquera) vagaba por la sierra del Jubileo, activamente perseguido por la Guardia[20] civil, que le mato un hombre y aprehendio a otro. Bartolome Acero fue el que quemo el registro civil de Lugarnoble, llevandose en rehenes al alcalde y a dos de los principales propietarios."

  "En Orbajosa reina tranquilidad completa, segun carta[25] que tenemos a la vista, y alli no piensan mas que en trabajar el campo para la proxima cosecha de ajos, que promete ser magnifica. Los distritos inmediatos si estan infestados de partidas; pero la brigada Batalla dara buena cuenta de ellas."

  En efecto; Orbajosa estaba tranquila.--Los Aceros, 150 aquella dinastia aguerrida, merecedora, segun algunas gentes, de figurar en el _Romancero_, habia tomado por su cuenta la provincia cercana; pero la insurreccion no cundia en el[5] termino de la ciudad episcopal. Creeriase que la cultura moderna habia al fin vencido en su lucha con las levantiscas costumbres de la gran behetria, y que esta saboreaba las delicias de una paz duradera. Y esto es tan cierto, que el mismo Caballuco, una de las figuras mas caracterizadas de[10] la rebeldia historica de Orbajosa, decia claramente a todo el mundo que el no queria _renir con el Gobierno_ ni _meterse en danzas_ que podian costarle caras.

  Digase lo que se quiera, el arrebatado caracter de Ramos habia tomado asiento con los anos, enfriandose un poco la[15] fogosidad que con la existencia recibiera de los Caballucos padres y abuelos, la mejor casta de guerreros que ha asolado la tierra. Cuentase ademas que por aquellos dias el nuevo gobernador de la provincia _celebro una conferencia_ con este importante personaje, _oyendo de sus labios las mayores[20] seguridades_ de contribuir al reposo publico y evitar toda ocasion de disturbios. Aseguran fieles testigos que se le veia en amor y compana con los militares, partiendo un pinon con este o el otro sargento en la taberna, y hasta se dijo que le iban a dar un buen destino en el Ayuntamiento de la capital[25] de la provincia. iOh! cuan dificil es para el historiador, que presume de imparcial, depurar la verdad en esto de las opiniones y pensamientos de los insignes personajes que han llenado el mundo con su nombre! No sabe uno a que atenerse, y la falta de datos ciertos da origen a lamentables[30] equivocaciones. En presencia de hechos tan culminantes como la jornada de Brumario, como el saco de Roma por Borbon, como la ruina de Jerusalen, ?que psicologo, ni que historiador podra determinar los pensamientos que les precedieron o les siguieron en la cabeza de Bonaparte, Carlos V y Tito?--iResponsabilidad inmensa la nuestra! Para 151 librarnos en parte de ella, refiramos palabras, frases y aun discursos del mismo emperador orbajosense, y de este modo cada cual formara la opinion que le parezca mas acertada.

  [5] No cabe duda alguna de que Cristobal Ramos salio, ya anochecido, de su casa, y atravesando por la calle del Condestable, vio tres labriegos que en sendas mulas venian en direccion contraria a la suya, y preguntandoles que a do caminaban, repusieron que a la casa de la senora dona[10] Perfecta a llevarle varias primicias de frutos de las huertas y algun dinero de las rentas vencidas. Eran el senor Pasolargo, un mozo a quien llamaban Frasquito Gonzalez, y el tercero, de mediana edad y recia complexion, recibia el nombre de Vejarruco, aunque el suyo verdadero era Jose[15] Esteban Romero. Volvio atras Caballuco, solicitado por la buena compania de aquella gente, con quien tenia franca y antigua amistad, y entro con ellos en casa de la senora. Esto ocurria, segun los mas verosimiles datos, al anochecer, y dos dias despues de aquel en que dona Perfecta y Pinzon[20] hablaron lo que en el anterior capitulo ha podido ver quien lo ha leido. Entretuvose el gran Ramos dando a Librada ciertos recados de poca importancia que una vecina confiara a su buena memoria, y cuando entro en el comedor ya los tres labriegos antes mencionados y el senor Licurgo, que[25] asimismo por singular coincidencia estaba presente, habian entablado conversacion sobre asuntos de la cosecha y de la casa. La senora tenia un humor endiablado; a todo ponia faltas, y reprendiales asperamente por la sequia del cielo y la infecundidad de la tierra, fenomenos de que ellos los[30] pobrecitos no tenian culpa. Presenciaba la escena el Sr. Penitenciario. Cuando entro Caballuco, saludole afectuosamente el buen canonigo, senalandole un asiento a su lado.

  --Aqui esta el personaje--dijo la senora con desden.--iParece mentira que se hable tanto de un hombre de tan poco valer! Dime, Caballuco, ?es verdad que te han dado 152 de bofetadas unos soldados esta manana?

  --iA mi! iA mi!--dijo el Centauro levantandose indignado cual si recibiera el mas grosero insulto.

  [5] --Asi lo han dicho--anadio la senora.--?No es verdad? Yo lo crei, porque quien en tan poco se tiene.... Te escupiran, y tu te creeras honrado con la saliva de los militares.

  --iSenora!--vocifero Ramos con energia.--Salvo el[10] respeto que debo a usted, que es mi madre, mas que mi madre, mi senora, mi reina... pues digo que salvo el respeto que debo a la persona que me ha dado todo lo que tengo... salvo el respeto....

  --?Que?... Parece que vas a decir mucho y no dices[15] nada.

  --Pues digo que salvo el respeto, eso de la bofetada es una calumnia--anadio, expresandose con extraordinaria dificultad.--Todos hablan de mi, que si entro o si salgo, que si voy, que si vengo.... Y todo, ?por que? Porque[20] quieren tomarme por figuron para que revuelva el pais. Bien esta Pedro en su casa, senoras y caballeros. ?Que ha venido la tropa?... malo es; ?pero que le vamos a hacer?... ?Que han quitado al alcalde y al secretario y al juez?... malo es; yo quisiera que se levantaran contra[25] ellos las piedras de Orbajosa; pero di mi palabra al gobernador, y hasta ahora yo....

  Rascose la cabeza, fruncio el adusto ceno, y con lengua cada vez mas torpe, prosiguio asi:

  --Yo sere bruto, pesado, ignorante, querencioso, testarudo[30] y todo lo que quieran; pero a caballero no me gana nadie.

  --Lastima de Cid Campeador--dijo con el mayor desprecio dona Perfecta.--?No cree usted, como yo, senor Penitenciario, que en Orbajosa no hay ya un solo hombre que tenga vergueenza?

  --Grave opinion es esa--repuso el capitular, sin mirar 153 a su amiga ni apartar de su barba la mano en que apoyaba el-meditabundo rostro.--Pero se me figura que este vecindario ha aceptado con excesiva sumision el pesado yugo del[5] militarismo.

  Licurgo y los tres labradores reian con toda su alma.

  --Cuando los soldados y las autoridades nuevas--dijo la senora,--nos hayan llevado el ultimo real, despues de deshonrado el pueblo, enviaremos a Madrid, en una urna de[10] cristal, a todos los valientes de Orbajosa para que los pongan en el Museo o les ensenen por las calles.

  --iViva la senora!--exclamo con vivo ademan el que llamaban Vejarruco.--Lo que ha dicho es como el oro. No se dira por mi que no hay valientes, pues no estoy con[15] los Aceros por aquello de que tiene uno tres hijos y mujer y puede suceder cualquier estropicio; que si no....

  --?Pero tu no has dado tu palabra
al gobernador?--le pregunto la senora.

  --iAl gobernador!--exclamo el nombrado Frasquito[20] Gonzalez.--No hay en todo el pais tunante que mas merezca un tiro. Gobernador y Gobierno, todos son lo mismo. El cura nos predico el domingo tantas cosas altisonantes sobre las herejias y ofensas a la religion que hacen en Madrid.... iOh! habia que oirle.... Al fin dio muchos gritos en el[25] pulpito, diciendo que la religion ya no tenia defensores.

  --Aqui esta el gran Cristobal Ramos--dijo la senora, dando fuerte palmada en el hombro del Centauro.--Monta a caballo; se pasea en la plaza y en el camino real, para llamar la atencion de los soldados; venle estos, se espantan[30] de la fiera catadura del heroe y echan todos a correr muertos de miedo.

  La senora termino su frase con una risa exagerada que se hacia mas chocante por el profundo silencio de los que la oian. Caballuco estaba palido.

  --Senor Pasolargo--continuo la dama, poniendose seria,--esta 154 noche, cuando vaya usted a su casa, mandeme aca a su hijo Bartolome para que se quede aqui. Necesito tener buena gente en casa; y aun asi, bien podra suceder que el[5] mejor dia amanezcamos mi hija y yo asesinadas.

  --iSenora!--exclamaron todos.

  --iSenora!--grito Caballuco levantandose.--?Eso es broma o que es?

  --Senor Vejarruco, Sr. Pasolargo--continuo la senora,[10] sin mirar al bravo de la localidad;--no estoy segura en mi casa. Ningun vecino de Orbajosa lo esta, y menos yo. Vivo con el alma en un hilo. No puedo pegar los ojos en toda la noche.

  --Pero ?quien, quien se atrevera?...

  [15] --Vamos--exclamo Licurgo con ardor,--que yo, viejo y enfermo, sere capaz de batirme con todo el ejercito espanol si tocan el pelo de la ropa a la senora....

  --Con el Sr. Caballuco--dijo Frasquito Gonzalez,--basta y sobra.

  [20] --iOh! no--repuso dona Perfecta con cruel sarcasmo.--No ven ustedes que Ramos ha dado su palabra al Gobernador....

  Caballuco volvio a sentarse, y poniendo una pierna sobre otra, cruzo las manos sobre ellas.

  [25] --Me basta un cobarde--anadio implacablemente el ama,--con tal que no haya dado palabras. Quizas pase yo por el trance de ver asaltada mi casa, de ver que me arrancan de los brazos a mi querida hija, de verme atropellada e insultada del modo mas infame....

  [30] No pudo continuar. La voz se ahogo en su garganta y rompio a llorar desconsoladamente.

  --iSenora, por Dios, calmese usted!... Vamos... no hay motivo todavia....--dijo precipitadamente y con semblante y voz de afliccion suma D. Inocencio.--Tambien es preciso un poquito de resignacion para soportar las 155 calamidades que Dios me envia.

  --Pero ?quien... senora? ?Quien se atrevera a tales vituperios?--pregunto uno de los cuatro.--Orbajosa toda[5] se pondria sobre un pie para defender a la senora.

  --Pero ?quien, quien?--repitieron todos.

  --Vaya, no la molesten ustedes con preguntas importunas--dijo con oficiosidad el Penitenciario.--Pueden retirarse.

  [10] --No, no, que se queden--manifesto vivamente la senora, secando sus lagrimas.--La compania de mis buenos servidores es para mi un gran consuelo.

  --Maldita sea mi casta--dijo el tio Lucas, dandose un punetazo en la rodilla,--si todos estos gatuperios no son[15] obra del mismisimo sobrino de la senora.

  --?Del hijo de D. Juan Rey?

  --Desde que le vi en la estacion de Villahorrenda y me hablo con su voz melosilla y sus mimos de hombre cortesano-- manifesto Licurgo,--le tuve por un grandisimo... no[20] quiero acabar por respeto a la senora.... Pero yo le conoci... le senale desde aquel dia, y yo no me equivoco. Se muy bien, como dijo el otro, que por el hilo se saca el ovillo, por la muestra se conoce el pano, y por la una el leon.

  --No se hable mal en mi presencia de ese desdichado[25] joven--dijo la de Polentinos severamente.--Por grandes que sean sus faltas, la caridad nos prohibe hablar de ellas y darles publicidad.

  --Pero la caridad--manifesto D. Inocencio con cierta energia,--no nos impide precavernos contra los malos; y[30] de eso se trata. Ya que han decaido tanto los caracteres y el valor en la desdichada Orbajosa; ya que este pueblo parece dispuesto a poner la cara para que escupan en ella cuatro soldados y un cabo, busquemos alguna defensa uniendonos.

  --Yo me defendere como pueda--dijo con resignacion 156 y cruzando las manos dona Perfecta.--iHagase la voluntad del Senor!

  --Tanto ruido para nada.... iPor vida de!... iEn[5] esta casa son de la piel del miedo!...--exclamo Caballuco, entre serio y festivo.--No parece sino que el tal D. Pepito es una _region_ (lease legion) de demonios. No se asuste usted, senora mia. Mi sobrinillo Juan, que tiene trece anos, guardara la casa, y veremos, sobrino por sobrino,[10] quien puede mas.

  --Ya sabemos todos lo que significan tus guapezas y valentias--replico la dama.--iPobre Ramos, quieres echartela de bravucon cuando ya se ha visto que no vales para nada!

  [15] Ramos palidecio ligeramente, fijando en la senora una mirada singular en que se confundian el espanto y el respeto.

  --Si, hombre, no me mires asi. Ya sabes que no me asusto de fantasmones. ?Quieres que te hable de una vez con claridad? Pues eres un cobarde.

  [20] Ramos, moviendose como el que tiene por diversas partes de su cuerpo molestas picazones, demostraba gran desasosiego. Su nariz expelia y recogia el aire como la de un caballo. Dentro de aquel corpachon combatia consigo misma por echarse fuera rugiendo y destrozando, una[25] tormenta, una pasion, una barbaridad. Despues de modular a medias algunas palabras, mascando otras, levantose y bramo de esta manera:

  --iLe cortare la cabeza al Sr. Rey!

  --iQue desatino! Eres tan bruto como cobarde--dijo[30] palideciendo la senora.--?Que hablas ahi de matar, si yo no quiero que maten a nadie, y mucho menos a mi sobrino, persona a quien amo a pesar de sus maldades?

  --iEl homicidio! iQue atrocidad!--exclamo el Sr. D. Inocencio escandalizado.--Ese hombre esta loco.

  --iMatar!... La idea tan solo de un homicidio me 157 horroriza, Caballuco--dijo la senora cerrando los dulces ojos.--iPobre hombre! Desde que has querido mostrar valentia, has aullado como un lobo carnicero. Vete de[5] aqui, Ramos; me causas espanto.

  --?No dice la senora que tiene miedo? ?No dice que atropellaran la casa, que robaran a la nina?

  --Si, lo temo.

  --Y eso lo ha de hacer un solo hombre--dijo Ramos[10] con desprecio volviendo a sentarse.--Eso lo ha de hacer D. Pepe Poquita Cosa con sus matematicas. Hice mal en decir que le rebanaria el pescuezo. A un muneco de ese estambre, se le coge de una oreja y se le echa de remojo en el rio.

  [15] --Si, riete ahora, bestia. No es mi sobrino solo quien ha de cometer todos esos desafueros que has mencionado y que yo temo; pues si fuese el solo no le temeria. Mandaria a Librada que se pusiera en la puerta con una escoba ... y bastaba.... No es el solo, no.

  [20] --?Pues quien?

  --Hazte el borrico. ?No sabes tu que mi sobrino y el brigadier que manda esa condenada tropa se han confabulado?...

  --iConfabulado!--exclamo Caballuco demostrando no[25] entender la palabra.

  --Que estan de compinche--dijo Licurgo.--Fabulearse quiere decir estar de compinche. Ya me barruntaba yo lo que dice la senora.

  --Todo se reduce a que el brigadier y los oficiales son[30] una y carne de D. Jose, y lo que el quiera lo quieren esos soldadotes, y esos soldadotes haran toda clase de atropellos y barbaridades, porque ese es su oficio.

  --Y no tenemos alcalde que nos ampare.

  --Ni juez.

  --Ni gobernador. Es decir, que estamos a merced de 158 esa infame gentuza.

  --Ayer--dijo Vejarruco,--uno
s soldados se llevaron enganada a la hija mas chica del tio Julian, y la pobre no[5] se atrevio a volver a su casa; mas la encontraron llorando y descalza junto a la fuentecilla vieja, recogiendo los pedazos de la cantara rota.

  --iPobre D. Gregorio Palomeque! el escribano de Naharilla Alta--dijo Frasquito.--Estos pillos le robaron todo[10] el dinero que tenia en su casa. Pero el brigadier, cuando se lo contaron, contesto que era mentira.

  --Tiranos, mas tiranos no nacieron de madre--manifesto el otro.--iCuando digo que por punto no estoy con los Aceros!...

  [15] --?Y que se sabe de Francisco Acero?--pregunto mansamente dona Perfecta.--Sentiria que le ocurriera algun percance. Digame usted, D. Inocencio, ?Francisco Acero no nacio en Orbajosa?

  --No; el y su hermano son de Villajuan.

  [20] --Lo siento por Orbajosa--dijo dona Perfecta.--Esta pobre ciudad ha entrado en desgracia. ?Sabe usted si Francisco Acero dio palabra al gobernador de no molestar a los pobres soldaditos en sus robos de doncellas, en sus irreligiosidades, en sus sacrilegios, en sus infames felonias?

  [25] Caballuco dio un salto. Ya no se sentia punzado, sino herido por atroz sablazo. Encendido el rostro y con los ojos llenos de fuego, grito de este modo:

  --Yo di mi palabra al gobernador, porque el gobernador me dijo que venian con buen fin.

  [30] --Barbaro, no grites. Habla como la gente y te escucharemos.

  --Yo prometi que ni yo ni ninguno de mis amigos levantariamos partidas en tierra de Orbajosa.... A todo el que ha querido salir porque le retozaba la guerra en el cuerpo, le he dicho: _Vete con los Aceros, que aqui no nos movemos_. 159 Pero tengo mucha gente honrada, si senora, y buena, si senora, y valiente, si senora, que esta desperdigada por los caserios y las aldeas y los arrabales y los montes, cada uno[5] en su casa, ?eh? Y en cuanto yo les diga la mitad de media palabra, ?eh? ya estan todos descolgando las escopetas, ?eh? y echando a correr a caballo o a pie para ir a donde yo les mande.... Y no me anden con gramaticas, que si yo di mi palabra, fue porque la di, y si no salgo es porque[10] no quiero salir, y si quiero que haya partidas las habra, y si no quiero, no; porque yo soy quien soy, el mismo hombre de siempre, bien lo saben todos.... Y digo otra vez que no vengan con gramaticas, ?estamos?... y que no me digan las cosas al reves, ?estamos?... y si quieren que[15] salga me lo declaren con toda la boca abierta, ?estamos? ... porque para eso nos ha dado Dios la lengua, para decir esto y aquello. Bien sabe la senora quien soy, asi como bien se yo que le debo la camisa que me pongo, y el pan que como hoy, y el primer garbanzo que chupe cuando[20] me despecharon, y la caja en que enterraron a mi padre cuando murio, y las medicinas y el medico que me pusieron bueno cuando estuve enfermo; y bien sabe la senora que si ella me dice: "Caballuco, rompete la cabeza," voy a aquel rincon y contra la pared me la rompo; bien sabe la senora[25] que si ahora dice ella que es de dia, yo, aunque vea la noche, creere que me equivoco y que es claro dia; bien sabe la senora que ella y su hacienda son antes que mi vida, y que si delante de mi la pica un mosquito, le perdono porque es mosquito; bien sabe la senora que la quiero mas[30] que a cuanto hay debajo del sol.... A un hombre de tanto corazon se le dice: "Caballuco, so animal, haz esto o lo otro,"... y basta de ritolicas y mete y saca de palabrejas y sermoncillos al reves y pincha por aqui y pellizca por alla.

  --Vamos, hombre, sosiegate--dijo dona Perfecta con 160 bondad.--Te has sofocado como aquellos oradores republicanos que venian a predicar aqui la religion libre, el amor libre y no se cuantas cosas libres.... Que te traigan un[5] vaso de agua.

  Caballuco hizo con el panuelo una especie de rodilla, apretado envoltorio o mas bien pelota, y se lo paso por la ancha frente y cogote para limpiarse ambas partes, cubiertas de sudor. Trajeronle un vaso de agua, y el senor[10] canonigo, con una mansedumbre que cuadraba perfectamente a su caracter sacerdotal, lo tomo de manos de la criada para presentarselo y sostener el plato mientras bebia. El agua se escurria por el gaznate de Caballuco, produciendo un claqueteo sonoro.

  [15] --Ahora traigame usted otro a mi, senora Librada--dijo D. Inocencio.--Tambien tengo un poco de fuego dentro.