XXXI

  Dona Perfecta

  [5] Ved con cuanta tranquilidad se consagra a la escritura la senora dona Perfecta. Penetrad en su cuarto, a pesar de lo avanzado de la hora, y la sorprendereis en grave tarea, compartido su espiritu entre la meditacion y unas largas y concienzudas cartas que traza a ratos con segura pluma y[10] correctos perfiles. Dale de lleno en el rostro y busto y manos la luz del quinque, cuya pantalla deja en dulce penumbra el resto de la persona y la pieza casi toda. Parece una figura luminosa evocada por la imaginacion en medio de las vagas sombras del miedo.

  [15] Es extrano que hasta ahora no hayamos hecho una afirmacion muy importante, y es que dona Perfecta era hermosa, mejor dicho, era todavia hermosa, conservando en su semblante rasgos de acabada belleza. La vida del campo, la falta absoluta de presuncion, el no vestirse, el no acicalarse, el[20] odio a las modas, el desprecio de las vanidades cortesanas eran causa de que su nativa hermosura no brillase o brillase muy poco. Tambien la desmejoraba la intensa amarillez que tenia su rostro, indicando una fuerte constitucion biliosa.

  Negros y rasgados los ojos, fina y delicada la nariz, ancha[25] y despejada la frente, todo observador la consideraba como acabado tipo de la humana figura; pero habia en aquellas facciones cierta expresion de dureza y soberbia que era causa de antipatia. Asi como otras personas, aun siendo feas, llaman, dona Perfecta despedia. Su mirar, aun acompanado[30] de bondadosas palabras, ponia entre ella y las personas extranas la infranqueable distancia de un respeto 214 receloso; mas para las de casa, es decir, para sus deudos, parciales y allegados, tenia una singular atraccion. Era maestra en dominar, y nadie la igualo en el arte de hablar

  Su hechura biliosa, y el comercio excesivo con personas y cosas devotas, que exaltaban sin fruto ni objeto su imaginacion, la habian envejecido prematuramente, y siendo joven no lo parecia. Podria decirse de ella que con sus habitos y[10] su sistema de vida se habia labrado una corteza, un forro petreo, insensible, encerrandose dentro como el caracol en su casa portatil. Dona Perfecta salia pocas veces de su concha.

  Sus costumbres intachables, y aquella bondad publica que[15] hemos observado en ella desde el momento de su aparicion en nuestro relato, eran causa de su gran prestigio en Orbajosa. Sostenia ademas relaciones con excelentes damas de Madrid, y por este medio consiguio la destitucion de su sobrino. Ahora, en el momento presente de nuestra historia,[20] la hallamos sentada junto al pupitre, que es el confidente unico de sus planes y el depositario de sus cuentas numericas con los aldeanos, y de sus cuentas morales con Dios y la sociedad. Alli escribio las cartas que trimestralmente recibia su hermano; alli redactaba las esquelitas[25] para incitar al juez y al escribano a que embrollaran los pleitos de Pepe Rey; alli armo el lazo en que este perdiera la confianza del Gobierno; alli conferenciaba largamente con D. Inocencio. Para conocer el escenario de otras acciones cuyos efectos hemos visto, seria preciso seguirla al[30] palacio episcopal y a varias casas de familias amigas.

  No sabemos como hubiera sido dona Perfecta amando. Aborreciendo tenia la inflamada vehemencia de un angel tutelar del odio y de la discordia entre los hombres. Tal es el resultado producido en un caracter duro y sin bondad nativa por la exaltacion religiosa, cuando esta, en vez de nutrirse 215 de la conciencia y de la verdad revelada en principios tan sencillos como hermosos, busca su savia en formulas estrechas que solo obedecen a intereses eclesiasticos. Para que[5] la mojigateria sea inofensiva, es preciso que exista en corazones muy puros. Es verdad que aun en este caso es infecunda para el bien. Pero los corazones que han nacido sin la serafica limpieza que establece en la tierra un Limbo prematuro, cuidan bien de no inflamarse mucho con lo que ven[10] en los retablos, en los coros, en los locutorios y en las sacristias, si antes no han elevado en su propia conciencia un altar, un pulpito y un confesonario.

  La senora, dejando a ratos la escritura, pasaba a la pieza inmediata donde estaba su hija. A Rosarito se le habia[15] mandado que durmiera; pero ella, precipitada ya por el despenadero de la desobediencia, velaba.

  --?Por que no duermes?--le pregunto su madre.--Yo no pienso acostarme en toda la noche. Ya sabes que Caballuco se ha llevado los hombres que teniamos aqui. Puede[20] suceder cualquier cosa, y yo vigilo.... Si yo no vigilara, ?que seria de ti y de mi?...

  --?Que hora es?--pregunto la muchacha.

  --Pronto sera media noche.... Tu no tendras miedo ... pero yo lo tengo.

  [25] Rosarito temblaba, y todo indicaba en ella la mas negra congoja. Sus ojos se dirigian al cielo como cuando se quiere orar; miraban luego a su madre, expresando un vivo terror.

  --?Pero que tienes?

  [30] --?Ha dicho usted que era media noche?

  --Si.

  --Pues.... ?Pero es ya media noche?

  Rosario queria hablar, sacudia la cabeza, encima de la cual se le habia puesto un mundo.

  --Tu tienes algo... a ti te pasa algo--dijo la madre 216 clavando en ella los sagaces ojos.

  --Si... queria decirle a usted--balbucio la muchacha,-- queria decir... Nada, nada, me dormire.

  [5] --Rosario, Rosario. Tu madre lee en tu corazon como en un libro--exclamo dona Perfecta con severidad.--Tu estas agitada. Ya te he dicho que estoy dispuesta a perdonarte si te arrepientes; si eres nina buena y formal...

  --Pues que, ?no soy buena yo? iAy, mama, mama mia,[10] yo me muero!

  Rosario porrumpio en llanto congojoso y dolorido.

  --?A que vienen esos lloros?--dijo su madre abrazandola.-- Si son lagrimas del arrepentimiento, benditas sean.

  --Yo no me arrepiento, yo no puedo arrepentirme--grito[15] la joven con arrebato de desesperacion que la puso sublime.

  Irguio la cabeza, y en su semblante se pinto subita, inspirada energia. Los cabellos le caian sobre la espalda. No se ha visto imagen mas hermosa de un angel dispuesto a rebelarse.

  [20] --?Pero te vuelves loca o que es esto?--dijo dona Perfecta, poniendole ambas manos sobre los hombros.

  --iMe voy, me voy!--dijo la joven, expresandose con la exaltacion del delirio.

  Y se lanzo fuera del lecho.

  [25] --Rosario, Rosario... Hija mia... iPor Dios! ?Que es esto?

  --iAy! mama, senora--exclamo la joven, abrazandose a su madre.--Ateme usted.

  --En verdad, lo merecias... ?Que locura es esta?

  [30] --Ateme usted... Yo me marcho, me marcho con el.

  Dona Perfecta sintio borbotones de fuego que subian de su corazon a sus labios. Se contuvo, y solo con sus ojos negros, mas negros que la noche, contesto a su hija.

  --iMama, mama mia, yo aborrezco todo lo que no sea el!--exclamo Rosario.--Oigame usted en confesion, porque 217 quiero confesarlo a todos, y a usted la primera.

  --Me vas a matar, me estas matando.

  --Yo quiero confesarlo, para que usted me perdone...[5] Este peso, este peso que tengo encima no me deja vivir...

  --iEl peso de un pecado!... Anadele encima la maldicion de Dios, y prueba a andar con ese fardo, desgraciada ... Solo yo puedo quitartelo.

  --No, usted no, usted no--grito Rosario con desesperacion.--[10] Pero oigame usted, quiero confesarlo todo, todo ... Despues arrojeme usted de esta casa, donde he nacido.

  --iArrojarte yo!...

  --Pues me marchare.

  [15] --Menos. Yo te ensenare los deberes de hija que has olvidado.

  --Pues huire; el me llevara consigo.

  --?Te lo ha dicho, te lo ha aconsejado, te lo ha mandado? --pregunto la madre, lanzando estas palabras como rayos[20] sobre su hija.

  --Me lo aconseja... H
emos concertado casarnos. Es preciso, mama, mama mia querida. Yo la amare a usted ... Conozco que debo amarla... Me condenare si no la amo.

  [25] Se retorcia los brazos, y cayendo de rodillas, beso los pies a su madre.

  --iRosario, Rosario!--exclamo dona Perfecta con terrible acento.--Levantate.

  Hubo una pequena pausa.

  [30] --?Ese hombre, te ha escrito?

  --Si.

  --?Le has vuelto a ver despues de aquella noche?

  --Si.

  --iY tu!...

  --Yo tambien... iOh! senora. ?Por que me mira 218 usted asi? Usted no es mi madre.

  --Ojala no. Gozate en el dano que me haces. Me matas, me matas sin remedio--grito la senora con indecible[5] agitacion.--Dices que ese hombre...

  --Es mi esposo... Yo sere suya, protegida por la ley ... Usted no es mujer... ?Por que me mira usted de ese modo que me hace temblar? Madre, madre mia, no me condene usted.

  [10] --Ya tu te has condenado; basta. Obedeceme y te perdonare ... Responde: ?cuando recibiste cartas de ese hombre?

  --Hoy.

  --iQue traicion! iQue infamia!--exclamo la madre,[15] antes bien rugiendo que hablando.--?Esperabais veros?

  --Si.

  --?Cuando?

  --Esta noche.

  --?Donde?

  [20] --Aqui, aqui. Todo lo confieso, todo. Se que es un delito... Soy una infame; pero usted, que es mi madre, me sacara de este infierno. Consienta usted... Digame usted una palabra, una sola.

  --iEse hombre aqui, en mi casa!--grito dona Perfecta,[25] dando algunos pasos que parecian saltos hacia el centro de la habitacion.

  Rosario la siguio de rodillas. En el mismo instante oyeronse tres golpes, tres estampidos, tres canonazos. Era el corazon de Maria Remedios que tocaba a la puerta, agitando[30] la aldaba. La casa se estremecia con temblor pavoroso. Madre e hija se quedaron como estatuas.

  Bajo a abrir un criado, y poco despues en la habitacion de dona Perfecta entro Maria Remedios, que no era mujer, sino un basilisco envuelto en un manton. Su rostro, encendido 219 por la ansiedad, despedia fuego.

  --- Ahi esta, ahi esta--dijo al entrar.--Se ha metido en la huerta por la puertecilla condenada...

  [5] Tomaba aliento a cada silaba.

  --Ya entiendo--repitio dona Perfecta con una especie de bramido.

  Rosario cayo exanime al suelo y perdio el conocimiento.

  --Bajemos--dijo dona Perfecta sin hacer caso del desmayo[10] de su hija.

  Las dos mujeres se deslizaron por la escalera como dos culebras. Las criadas y el criado estaban en la galeria sin saber que hacer. Dona Perfecta paso por el comedor a la huerta, seguida de Maria Remedios.

  [15] --Afortunadamente tenemos ahi a Ca... Ca... Caballuco --dijo la sobrina del canonigo.

  --?Donde?

  --En la huerta tambien... Sal... sal... salto la tapia.

  [20] Dona Perfecta exploro la obscuridad con sus ojos llenos de ira. El rencor les daba la singular videncia de la raza felina.

  --Alli veo un bulto--dijo.--Va hacia las adelfas.

  --Es el--grito Remedios.--Pero alla aparece Ramos...[25] iRamos!

  Distinguieron perfectamente la colosal figura del Centauro.

  --iHacia las adelfas!... iRamos, hacia las adelfas!...

  Dona Perfecta adelanto algunos pasos. Su voz ronca, que vibraba con acento terrible, disparo estas palabras:

  [30] --Cristobal, Cristobal... imatale!

  Oyose un tiro. Despues otro.

  220

  XXXII

  FINAL

  De D. Cayetano Polentinos a un su amigo de Madrid

  _Orbajosa 21 de Abril_.

  "Querido amigo: Envieme usted sin tardanza la edicion de 1562 que dice ha encontrado entre los libros de la testamentaria de Corchuelo. Pago ese ejemplar a cualquier precio. Hace tiempo que lo busco inutilmente, y me tendre[5] por mortal virtuosisimo poseyendolo. Ha de hallar usted en el colophon un casco con emblema sobre la palabra _Tractado_, y la X de la fecha MDLXII ha de tener el rabillo torcido. Si en efecto concuerdan estas senas con el ejemplar, pongame usted un parte telegrafico, porque estoy muy[10] inquieto... aunque ahora me acuerdo de que el telegrafo, con motivo de estas importunas y fastidiosas guerras, no funciona. A correo vuelto espero la contestacion."

  "Pronto, amigo mio, pasare a Madrid con objeto de imprimir este tan esperado trabajo de los _Linajes de Orbajosa_.[15] Agradezco a usted su benevolencia, mi querido amigo; pero no puedo admitirla en lo que tiene de lisonja. No merece mi trabajo, en verdad, los pomposos calificativos con que usted lo encarece; es obra de paciencia y estudio, monumento tosco, pero solido y grande, que elevo a las[20] grandezas de mi amada patria. Pobre y feo en su hechura, tiene de noble la idea que lo ha engendrado, la cual no es otra que convertir los ojos de esta generacion descreida y soberbia hacia los maravillosos hechos y acrisoladas virtudes de nuestros antepasados. iOjala que la juventud estudiosa de nuestro pais diera este paso a que con todas mis fuerzas la incito! iOjala fueran puestos en perpetuo olvido los abominables estudios y habitos intelectuales introducidos por el desenfreno filosofico y las erradas doctrinas! iOjala se emplearan exclusivamente nuestros sabios en la contemplacion 221 de aquellas gloriosas edades, para que, penetrados de la substancia y benefica savia de ellas los modernos tiempos, desapareciera este loco afan de mudanzas y esta[5] ridicula mania de apropiarnos ideas extranas, que pugnan] con nuestro primoroso organismo nacional. Temo mucho que mis deseos no se vean cumplidos, y que la contemplacion de las perfecciones pasadas quede circunscrita al estrecho circulo en que hoy se halla, entre el torbellino de la[10] demente juventud que corre detras de vanas utopias y barbaras novedades. ?Como ha de ser, amigo mio? Creo que dentro de algun tiempo ha de estar nuestra pobre Espana tan desfigurada, que no se conocera ella misma ni aun mirandose en el clarisimo espejo de su limpia historia."

  [15] "No quiero levantar mano de esta carta sin participar a usted un suceso desagradable: la desastrosa muerte de un estimable joven, muy conocido en Madrid, el ingeniero de caminos D. Jose de Rey, sobrino de mi cunada. Acaecio este triste suceso anoche en la huerta de nuestra casa, y aun[20] no he formado juicio exacto sobre las causas que pudieron arrastrar al desgraciado Rey a esta horrible y criminal determinacion. Segun me ha referido Perfecta esta manana cuando volvi de Mundogrande, Pepe Rey, a eso de las doce de la noche, penetro en la huerta de esta casa y se[25] pego un tiro en la sien derecha, quedando muerto en el acto. Figurese usted la consternacion y alarma que se producirian en esta pacifica y honrada mansion. La pobre Perfecta se impresiono tan vivamente, que nos hemos asustado; pero ya esta mejor, y esta tarde hemos logrado que tome un sopicaldo.[30] Empleamos todos los medios de consolarla, y como es buena cristiana, sabe soportar con edificante resignacion las mayores desgracias."

  "Aca, para entre los dos, amigo mio, dire a usted que en el terrible atentado del joven Rey contra su propia existencia, debio influir grandemente una pasion contrariada, tal 222 vez los remordimientos por su conducta y el estado de hipocondria amarguisima en que se encontraba su espiritu. Yo le apreciaba mucho; creo que no carecia de excelentes[5] cualidades; pero aqui estaba tan mal estimado, que ni una sola vez oi hablar bien de el. Segun dicen, hacia alarde de ideas y opiniones extravagantisimas; burlabase de la religion; entraba en la iglesia fumando y con el sombrero puesto; no respetaba nada, y para el no habia en el mundo[10] pudor, ni virtudes, ni alma, ni ideal, ni fe, sino tan solo teodolitos, es
cuadras, reglas, maquinas, niveles, picos y azadas. ?Que tal? En honor de la verdad, debo decir que en sus conversaciones conmigo, siempre disimulo tales ideas, sin duda por miedo a ser destrozado por la metralla de mis[15] argumentos; pero de publico se refieren de el mil cuentos de herejias y estupendos desafueros."

  "No puedo seguir, querido, porque en este momento siento tiros de fusileria. Como no me entusiasman los combates, ni soy guerrero, el pulso me flaquea un tantico.[20] Ya le impondra a usted de ciertos pormenores de esta guerra su afectisimo, etc., etc."

  _22 de Abril._

  "Mi inolvidable amigo: Hoy hemos tenido una sangrienta refriega en las inmediaciones de Orbajosa. La gran partida levantada en Villahorrenda ha sido atacada por las[25] tropas con gran coraje. Ha habido muchas bajas por una y otra parte. Despues se dispersaron los bravos guerrilleros; pero van muy envalentonados, y quiza oiga usted maravillas. Mandalos, a pesar de estar herido en un brazo, no se sabe como ni cuando, Cristobal Caballuco, hijo de[30] aquel egregio Caballuco que usted conocio en la pasada guerra. Es el caudillo actual de grandes condiciones para el mando, y ademas honrado y sencillo. Como al fin hemos de presenciar un arreglito amistoso, presumo que Caballuco 223 sera general del ejercito espanol, con lo cual uno y otro ganaran mucho."

  "Yo deploro esta guerra, que va tomando proporciones[5] alarmantes; pero reconozco que nuestros bravos campesinos no son responsables de ella, pues han sido provocados al cruento batallar por la audacia del Gobierno; por la desmoralizacion de sus sacrilegos delegados; por la sana sistematica con que los representantes del Estado atacan lo[10] mas venerando que existe en la conciencia de los pueblos, la fe religiosa y el acrisolado espanolismo, que por fortuna se conservan en lugares no infestados aun de la asoladora pestilencia. Cuando a un pueblo se le quiere quitar su alma para infundirle otra; cuando se le quiere descastar,[15] digamoslo asi, mudando sus sentimientos, sus costumbres, sus ideas, es natural que ese pueblo se defienda, como el que en mitad de solitario camino se ve asaltado de infames ladrones. Lleven a las esferas del Gobierno el espiritu y la pura salutifera substancia de mi obra de los _Linajes_[20] (perdoneme usted la inmodestia), y entonces no habra guerras."

  "Hoy hemos tenido aqui una cuestion muy desagradable. El clero, amigo mio, se ha negado a enterrar en sepultura sagrada al infeliz Rey. Yo he intervenido en este asunto,[25] impetrando del senor obispo que levantara anatema de tanto peso; pero nada se ha podido conseguir. Por fin hemos empaquetado el cuerpo del joven en un hoyo que se hizo en el campo de Mundogrande, donde mis pacienzudas exploraciones han descubierto la riqueza arqueologica que usted[30] conoce. He pasado un rato muy triste, y aun me dura la penosisima impresion que recibi. D. Juan Tafetan y yo somos los unicos que acompanaron el funebre cortejo. Poco despues fueron alla (cosa rara) esas que llaman aqui las Troyas, y rezaron largo rato sobre la rustica tumba del matematico. Aunque esto parecia una oficiosidad ridicula, me 224 conmovio."

  "Respecto de la muerte de Rey, corre por el pueblo el rumor de que fue asesinado. No se sabe por quien. Aseguran[5] que el lo declaro asi, pues vivio como hora y media. Guardo secreto, segun dicen, respecto a quien fue su matador. Repito esta version sin desmentirla ni apoyarla. Perfecta no quiere que se hable de este asunto, y se aflige mucho siempre que lo tomo en boca."

  [10] "La pobrecita, apenas ocurrida una desgracia, experimenta otra que a todos nos contrista mucho. Amigo mio, ya ha hecho una nueva victima la funestisima y rancia enfermedad connaturalizada en nuestra familia. La pobre Rosario, que iba saliendo adelante, gracias a nuestros cuidados,[15] esta ya perdida de la cabeza. Sus palabras incoherentes, su atroz delirio, su palidez mortal, recuerdanme a mi madre y hermana. Este caso es el mas grave que he presenciado en mi familia, pues no se trata de manias, sino de verdadera locura. Es triste, tristisimo, que entre tantos yo[20] sea el unico que ha logrado escapar conservando mi juicio sano y entero, y totalmente libre de ese funesto mal."

  "No he podido dar sus expresiones de usted a D. Inocencio, porque el pobrecito se nos ha puesto malo de repente, y no recibe a nadie ni permite que le vean sus mas intimos[25] amigos. Pero estoy seguro de que le devuelve a usted sus recuerdos, y no dude que pondra mano al instante en la traduccion de varios epigramas latinos que usted le recomienda.... Suenan tiros otra vez. Dicen que tendremos gresca esta tarde. La tropa acaba de salir."

  _Barcelona 1 deg. de Junio._

  [30] "Acabo de llegar aqui, despues de dejar a mi sobrina Rosario en San Baudilio de Llobregat. El director del establecimiento me ha asegurado que es un caso incurable."

  "Tendra, si, una asistencia esmeradisima en aquel alegre y 225 grandioso manicomio. Mi querido amigo, si alguna vez caigo yo tambien, llevenme a San Baudilio. Espero encontrar a mi vuelta pruebas de los _Linajes_. Pienso anadir seis[5] pliegos, porque seria gran falta no publicar las razones que tengo para sostener que Mateo Diaz Coronel, autor del _Metrico Encomio_, desciende por la linea materna de los Guevaras y no de los Burguillos, como ha sostenido erradamente el autor de la _Floresta amena_."

  [10] "Escribo esta carta principalmente para hacerle a usted una advertencia. He oido aqui a varias personas hablar de la muerte de Pepe Rey, refiriendola tal como sucedio efectivamente. Yo revele a usted este secreto cuando nos vimos en Madrid, contandole lo que supe algun tiempo[15] despues del suceso. Extrano mucho que no habiendolo dicho yo a nadie mas que a usted, lo cuenten aqui con todos sus pelos y senales, explicando como entro en la huerta, como descargo su revolver sobre Caballuco cuando vio que este le acometia con la navaja, como Ramos le disparo despues[20] con tanto acierto que le dejo en el sitio.... En fin, mi querido amigo, por si inadvertidamente ha hablado de esto con alguien, le recuerdo que es un secreto de familia, y con esto basta para una persona tan prudente y discreta como usted."

  [25] "Albricias, albricias. En un periodiquillo he leido que Caballuco ha derrotado al brigadier Batalla."

  _Orbajosa 12 de Diciembre._

  "Una sensible noticia tengo que dar a usted. Ya no tenemos Penitenciario, no precisamente porque haya pasado a mejor vida, sino porque el pobrecito esta desde el mes[30] de Abril tan acongojado, tan melancolico, tan taciturno, que no se le conoce. Ya no hay en el ni siquiera dejos de aquel humor atico, de aquella jovialidad correcta y clasica que le hacia tan amable. Huye de la gente, se encierra en su 226 casa, no recibe a nadie, apenas toma alimento, y ha roto toda clase de relaciones con el mundo. Si le viera usted no le conoceria, porque se ha quedado en los puros huesos.[5] Lo mas particular es que ha renido con su sobrina y vive solo, enteramente solo en una casucha del arrabal de Baidejos. Ahora dicen que renuncia su silla en el coro de la catedral y se marcha a Roma. iAy! Orbajosa pierde mucho, perdiendo a su gran latino. Me parece que pasaran anos[10] tras anos y no tendremos otro. Nuestra gloriosa Espana se acaba, se aniquila, se muere."

  _Orbajosa 23 de Diciembre._

  "El joven que recomende a usted en carta llevada por el mismo, es sobrino de nuestro querido Penitenciario, abogado con puntas de escritor. Esmeradamente educado por su[15] tio, tiene ideas juiciosas. iCuan sensible seria que se corrompiera en ese lodazal de filosofismo e incredulidad! Es honrado, trabajador y buen catolico, por lo cual creo que hara carrera en un bufete como el de usted.... Quizas le llevara una ambicioncilla (pues tambien la tiene) a las lides[20] politicas, y creo que no seria mala ganancia para la causa del orden y la tradicion, hoy que la juventud esta pervertida y acaparada por los _de la cascara amarga_. Acompanale su madre, una mujer ordinaria y sin barniz social, pero que tiene un corazon excelente y acendrada piedad. El amor[25] materno toma en ella la forma algo abigarrada de la ambici
on mundana, y dice que su hijo ha de ser Ministro. Bien puede serlo."

  "Perfecta me da expresiones para usted. No se a punto fijo que tiene; pero ello es que nos inspira cuidado. Ha[30] perdido el apetito de una manera alarmante, y o yo no entiendo de males, o alli hay un principio de ictericia. Esta casa esta muy triste desde que falta Rosario, que la alegraba con su sonrisa y su bondad angelical. Ahora parece que 227 hay una nube negra encima de nosotros. La pobre Perfecta habla frecuentemente de esta nube, que cada vez se pone mas negra, mientras ella se vuelve cada dia mas[5] amarilla. La pobre madre halla consuelo a su dolor en la religion y en los ejercicios del culto, que practica cada vez con mas ejemplaridad y edificacion. Pasa casi todo el dia en la iglesia, y gasta su gran fortuna en esplendidas funciones, en novenas y manifiestos brillantisimos. Gracias a ella, el culto[10] ha recobrado en Orbajosa su esplendor de otros dias. Esto no deja de ser un consuelo en medio de la decadencia y acabamiento de nuestra nacionalidad...."

  "Manana iran las pruebas.... Anadire otros dos pliegos, porque he descubierto un nuevo orbajosense ilustre.[15] Bernardo Amador de Soto, que fue espolique del duque de Osuna, le sirvio durante la epoca del vireinato de Napoles, y aun hay indicios de que no hizo nada, absolutamente nada, en el complot contra Venecia."

  XXXIII

  Esto se acabo. Es cuanto por ahora podemos decir de[20] las personas que parecen buenas y no lo son.